Los que saben como fueron las cosas dicen que un humilde campesino colocó una ofrenda en un altar de piedra donde había una cruz olvidada. La deidad del lugar le correspondió con el don del maíz enviándole a su joven hija para que viviera con el campesino y su esposa. A partir de entonces, mientras ellos traten bien a la muchacha y le den de comer ofrendas de tamales y aves caseras en mole, nunca faltará el preciado grano para alimentar a la familia.
Carmina de la Luz nos presenta un reportaje sobre la agricultura y la dieta de los Nahuas del Alto Balsas en el estado de Guerrero, como productos bioculturales y resultado del conocimiento científico, técnico y tecnológico indígena.
CAPÍTULO 08 / TEMPORADA 1